Marta tiene 22 años, trabaja como cajera en un supermercado de una gran superficie comercial y su jornada laboral es de 7 horas; de estas siete horas emplea 20 minutos para tomar algún alimento. Realiza su trabajo a turnos de mañana y de tarde, siendo el período de rotación de 15 días en el turno de mañana y de 15 en el de tarde. El tiempo que Marta tarda en ir y volver de su casa al trabajo, y viceversa, suele ser de 40 ó 50 minutos, y utiliza para ello dos medios de transporte. Durante los días en los que realiza el turno de mañanas acude, por las tardes, a la Universidad, donde estudia periodismo. Al iniciar su trabajo en la empresa, Marta recibió, junto a otras compa- ñeras, un curso de formación básico para enseñarle su tarea; el curso incluía instrucciones para utilizar el terminal de caja, explicaciones sobre cómo llevar el uniforme, forma de recogerse el pelo, trato que debía emplear con los clientes, etc. Marta trabaja en el supermercado desde hace un año y medio mediante contratos de seis meses. En estos momentos está a punto de finalizar su tercer contrato y, como suelen informarle de su renovación el mismo día de su vencimiento, se encuentra con cierta incertidumbre ante el futuro respecto a la seguridad en el empleo y a su poder adquisitivo. Esta situación le ha provocado un aumento del número de errores de su terminal. Su trabajo consiste, principalmente, en tomar con las manos los artículos comprados, orientarlos hacia el lector óptico y colocarlos hacia el lugar de embolsamiento. Cuando no hay muchos clientes esperando en la cola, ella misma embolsa las mercancías. Esto le supone hacer rotaciones y flexiones continuas del tronco y realizar frecuentes esfuerzos con los brazos. Debido a la gran cantidad de trabajo, Marta tiene pocas posibilidades de relacionarse con sus compañeros, lo hace únicamente cuando necesita cambio de dinero o cuando surgen dificultades al pasar las tarjetas de los clientes por el lector de su terminal. La responsable de las cajeras es excesivamente paternalista y no suele delegar funciones, por lo que interviene siempre que surge algún problema. Esta falta de autonomía para poder solucionar los pequeños inconvenientes diarios, es lo que le produce mayor desmotivación en su trabajo. El supermercado dispone de aire acondicionado, por lo que el ambiente térmico es, en general, confortable. No obstante, Marta está expuesta continuamente a corrientes de aire, ya que su puesto de trabajo se encuentra muy cerca de las puertas de entrada y salida del local y éstas se abren y cierran continuamente.
Factores de riesgo- realizar operaciones rutinarias y repetitivas durante periodo muy largos de tiempo
- disfrutar de pocos descansos durante el horario de trabajo (en una jornada laboral de carga mental, solo se dispone de minutos
- conocer los modificaciones horarios que afectan a los turnos con poca antelación
- no poder realizar tareas distintas, alternas unas con otras
- no informar con la anticipación suficiente sobre si se renovara o no el contrato laboral
- falta de comunicación y de relaciones personal con el resto de compañeros de trabajo
- falta de autonomía para intervenir o resolver problemas relacionadas con su propio tarea
- sistema directivo excesivamente paternatista que limite, aun mas la capacidad de intervención sobre el trabajo
- realizar frecuentes movimientos repetitivos con los brazos hacer rotaciones y flexiones del tronco
- estar expuesto continuamente de aire
1 La
existencia de equipamientos
sociales
en una empresa, como son
las
áreas de descanso, los comedores
y
las áreas de esparcimiento y
ocio,
representa una gran aportación
social
que facilita la mejora de
las
relaciones humanas y, por consiguiente,
repercute positiva mente
en
el sistema productivo. Es conveniente
también
que las empresas
aporten
medios colectivos de transporte
al
lugar de trabajo cuando éstos
no
existan o no ofrezcan un
aceptable
servicio.
2 En el
momento de establecer los
horarios
de trabajo hay que introducir
períodos
de reposo regulares
y
suficientes. Las pausas bien repartidas
en
el tiempo y en un lugar
tranquilo
permiten a los trabajadores
descansar,
comer, relacionarse
entre
ellos, cambiar de postura, etc.
Estos
períodos de reposo disminuyen
la
fatiga y la tensión nerviosa,
3 En
los trabajos a turnos, se deben
conocer
las modificaciones horarias
con
antelación suficiente,
para
que, de este modo, los trabajadores
puedan
acomodarse mejor a
ellos,
tanto en cuestión de sueño y
descanso
como para que puedan
organizar
su vida social. Trabajar a
turnos
puede provocar insomnio,
fatiga,
trastornos digestivos y cardiovasculares;
o
problemas psicológicos
y
sociales en el comportamiento
y
relación familiar y profesional,
tales
como aislamiento progresivo,
irritabilidad,
crisis conyugales,
trastornos
sexuales, etc.
4 Para
evitar la monotonía en el
trabajo
y fomentar la autonomía de
los
trabajadores, se les debe dotar
de
los medios necesarios para intervenir
en
caso de errores e incidentes,
para
controlarlos y tomar decisiones
en
caso de avería de los equipos
o
los defectos de producción, sin
que
tengan que depender de un control
y
asistencia externos.
5 El
trabajador ha de poder modificar
el
orden de las distintas operaciones
y
variar de tarea o de puesto
de
trabajo, de modo que estos cambios
de
actividad ayuden a disminuir
la
rutina del trabajo repetitivo.
6 El
trabajador ha de poder marcarse
su
propio ritmo, disminuyendo
en
lo posible la dependencia de
la
máquina o de otras personas.
7 Los
empresarios deben fomentar
entre
los trabajadores la participación
y
la comunicación personal.
Éstas
son positivas para la organización
porque
se aprovecha más la
información
y, además, aumentan
la motivación del personal
8 Se
debe procurar que el estilo de
mando
sea lo más democrático posible y que permita participar a to-
dos los trabajadores en las decisio-
nes que afectan a su tarea.
9 Es
importante que el empleado
conozca
cuál es su situación laboral
en
relación con la seguridad en
el
empleo, ya que este conocimiento
puede
aumentar su satisfacción
laboral
y su productividad.
10 Es
necesario implicar a trabajadores,
constructores,
diseñadores,
médicos
del trabajo, etc. en la integración
de
la ergonomía en los puestos
de
trabajo, de manera que se
consiga
un ambiente lo más cercano
posible
al confort.
11 Hay
que realizar cursos de formación
para
las cajeras, no sólo en
el
momento de su contratación, sino
también
periódicamente, para trabajar
mejor
(por ejemplo: iniciación
a
la ergonomía) y para mejorar la
calidad y la
productividad
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